Hoy celebramos, dijo en discurso desde el palacio de gobierno en esta capital, lo lejos que hemos llegado en la construcción de una sociedad no sexista, donde las mujeres sean libres e iguales y disfruten de los derechos que les garantiza la Constitución.
Recordamos en esta ocasión, agregó el Presidente, el sufrimiento que han soportado las mujeres sin más motivo que el de ser ellas mismas, a las protagonistas de valientes luchas contra la opresión; desde las que se levantaron contra el colonialismo y la esclavitud hasta las que se levantaron en armas contra el régimen del apartheid.
Gracias a sus luchas durante generaciones, todas las sudafricanas tienen actualmente derecho al voto, al trabajo, a control sobre sus cuerpos, a la propiedad, a la igualdad, resaltó.
Actualmente, puso de relieve, todas las mujeres de Sudáfrica, ya sean negras, blancas, indias, tienen libertad e igualdad de derechos gracias a la valentía, el activismo y los sacrificios de la generación de 1956 en su rebeldía contra el apartheid.
Como Gobierno, aseguró Ramaphosa, estamos comprometidos a continuar el proceso de avance y mejora de la vida de las mujeres y niñas de Sudáfrica.
Con ese propósito, prosiguió, debemos enfocar nuestros esfuerzos en acciones como aumentar la representación femenina en todas las estructuras que afectan nuestras vidas como sudafricanas.
Asimismo, crear políticas y leyes que enfoquen y promuevan la vida de las féminas, con leyes y políticas poseedoras de un sesgo hacia la mejora de la vida de esa parte de la sociedad.
También proponernos acciones para mejorar la salud de las mujeres, que debe ser una prioridad clave en el país, al tiempo que se debe mejorar su participación en nuestra economía, pues al día de hoy la economía sudafricana sigue dominada por los hombres.
Además, apuntó, en el país hay más mujeres desempleadas que hombres.
Un punto relevante de los esfuerzos que como gobierno y sociedad debemos priorizar es la eliminación de la Violencia de Género y el Fermicidio, enfatizó Ramaphosa.
De conjunto, resumió, debemos movilizar a toda la sociedad para apoyar a las mujeres de nuestro país en su camino hacia el empoderamiento y la mejora de sus vidas.
Con ese propósito, dijo, Sudáfrica necesita de un movimiento poderoso que incluya a todas las personas, a las iglesias, mezquitas, templos y sinagogas, que involucre a todos los lugares de trabajo, escuelas, colegios y universidades.
El Día Nacional de la Mujer en Sudáfrica tiene un profundo significado histórico, ya que marca la marcha de 20 mil féminas en 1956 para protestar contra las leyes de pases discriminatorias para personas negras impuestos por el régimen del apartheid.
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