Aunque alcanzó 137 escaños en las elecciones generales del pasado 23 de julio, no tiene la mayoría requerida (176) para asumir las riendas del Palacio de la Moncloa, ni siquiera con alianzas.
Este miércoles, la dirección del PP reiteró la disponibilidad de su líder, Alberto Núñez Feijóo, a presentarse a la investidura con un eventual gobierno en minoría con los apoyos de Vox, UPN (Navarra) y Coalición Canaria, con lo cual que suman 172 escaños.
Sin embargo, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) del actual jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, podría conseguir una cantidad similar de puestos en pacto con el movimiento Sumar, Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), EH Bildu y PNV del País Vasco y BNG de Galicia.
El detalle estaría en Junts de Cataluña, los independentistas de Carles Puigdemont, prófugo de la justicia, que con darle sus votos a la izquierda o abstenerse pudieran facilitar su investidura.
La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, dijo en rueda de prensa que partido ofrece “la mejor opción para dar estabilidad a España”, y destacó avances para gobernar en solitario, habida cuenta que Vox ofreció sus escaños sin pedir nada a cambio.
‘Le corresponde iniciar y sacar la investidura al PP, por lo que reiteramos nuestra disponibilidad. Si el jefe del Estado encomienda a Núñez Feijóo la investidura, cumpliremos nuestra responsabilidad’, comentó Gamarra.
La situación actual en el país ibérico está atada al comienzo de las nuevas Cortes Generales (Parlamento) la próxima semana, el 17 de agosto. A partir de entonces, el rey Felipe VI, en su calidad de jefe de Estado, convocaría a todos los grupos para llevarse una opinión sobre la realidad política.
Su Majestad, en semanas sucesivas, pudiera proponer una terna de investidura que se sometería al debate en el Congreso de Diputados, con el requerimiento en primera votación de mayoría absoluta.
De no alcanzarse, iría a una segunda posibilidad, en la que se impondría por mayoría simple y, de no concretarse, el propio Felipe VI plantearía otra coalición dispuesta a someterse al proceso, o la necesidad de convocar a nuevos comicios generales en el curso de 47 días.
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