En los últimos tiempos las referencias al político conservador vienen más del lado negativo y las encuestas que alguna vez estuvieron de su parte no levantan.
DeSantis mantiene un segundo lugar (15.7 por ciento), unos cuantos puntos detrás de Donald Trump (53.7), el expresidente que, pese a sus embrollos legales sigue marcando el paso en el campo republicano.
Por eso, en busca del cambio que espera, el gobernador floridano designó un nuevo jefe de campaña.
Para el cargo llamó la víspera a James Uthmeier, su actual jefe de despacho a nivel estatal, en reemplazo de Generra Peck, quien dirigió la campaña de DeSantis en la reelección el año pasado.
El movimiento tiene la clara intención del gobernador de reestructurar su estancada contienda por la candidatura presidencial republicana en 2024.
En las últimas semanas también realizó reducciones de personal, se dice que por medidas de austeridad ante dificultades financieras.
Muy criticado por sus posturas antiinmigrantes y contra la diversidad sexual, entre otros temas, DeSantis había evitado hasta ahora señalar a Trump.
Pero el pasado 4 de agosto ofreció sus declaraciones más severas sobre el presunto fraude en las elecciones de 2020 y contradijo las afirmaciones infundadas del entonces mandatario.
Aunque en sus declaraciones no hizo mención directa a Trump, el gobernador expresó que semejantes teorías “no tenían fundamento”.
Sin embargo, en una entrevista con NBC News dijo “por supuesto que perdió” en referencia a Trump y su derrota. “Joe Biden es el presidente” admitió públicamente DeSantis.
Para algunos observadores, los ataques a su ahora rival formarán parte del cambio de actitud en lo adelante.
Por los demócratas Biden, que buscará la reelección, va al frente de las preferencias electorales, aunque en una eventual revancha con Trump en 2024 se augura empate.
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