De acuerdo con el gobierno de Beijing, entre los muertos se encuentran cinco socorristas, mientras que uno del equipo de rescate permanece entre los desaparecidos.
El vicealcalde de la ciudad, Xia Linmao, dijo en conferencia de prensa que se dañaron gravemente 147 mil casas y más de 15 mil hectáreas de cultivos quedaron anegadas, cifras modificables en la medida que avanzan las labores de socorro.
Según las autoridades, la capital evacuó hasta ayer a 82 mil personas, utilizó 242 profesionales de la salud en grupos de trabajo médico, atendió a más de tres mil heridos y procuró la prevención de epidemias después del desastre.
Las recientes lluvias en Beijing fueron las más intensas de las que se tiene registro en 140 años y golpearon con severidad los distritos montañosos al oeste.
Otras zonas de China registraron graves inundaciones debido en parte al impacto del tifón Doksuri la semana pasada, que dejó decenas de muertos y desaparecidos.
La provincia de Hebei, vecina de Beijing, evacuó a más de 1,54 millones de personas y más de 2,22 millones sufrieron afectaciones por las intensas precipitaciones.
Según los ministerios de Finanzas y Gestión de Emergencias, el gobierno chino ha destinado en total hasta el momento 520 millones de yuanes (más de 72 millones de dólares) para apoyar en las labores de rescate y recuperar lo más pronto posible carreteras, cultivos y otras construcciones damnificadas.
En el oriente del país también se reportan estragos por las intensas precipitaciones que han dejado al menos 14 fallecidos en la provincia de Jilin y decenas de ríos crecidos en otras zonas.
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