En las afueras del Consejo Nacional Electoral y en la Plaza de la Independencia, frente al Palacio de Carondelet, seguidores de Villavicencio pidieron justicia ante el crimen y culparon al Gobierno por dejarlo desprotegido ante la inseguridad y las amenazas que él mismo denunció.
En nombre de los familiares de Villavicencio, Luis Fernández, abogado y amigo del candidato, fue quien consideró que este caso podría enmarcarse en un crimen de Estado y anunció que después analizarán acciones legales.
El cuerpo del exasambleísta se encuentra en estos momentos en una de las salas de la Funeraria Memorial, ubicada en el norte de Quito, donde será velado en la intimidad familiar, al menos durante la jornada de hoy.
En medio de la conmoción social y las exigencias por hallar a los culpables, el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, pidió al Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos apoyo para investigar el hecho y confirmó que mañana llegará una delegación de esa institución.
Para el exmandatario Rafael Correa esa decisión evidencia la incapacidad e ineptitud del actual Ejecutivo para resolver el atentado, que es resultado de la inseguridad y el abandono social existente.
Hasta el momento hay seis detenidos por estar supuestamente vinculados con el crimen, y otro de los sospechosos murió anoche en la sede de la Unidad de Flagrancia de la Fiscalía.
Según el ministro del Interior, Juan Zapata, todos los aprehendidos son de nacionalidad extranjera.
También aseveró que la Policía Nacional empleará toda su capacidad operativa e investigativa para esclarecer el móvil del crimen y dar con los autores intelectuales.
Por otro lado, la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Diana Atamaint, afirmó que las fuerzas del origen redoblarán la custodia durante la jornada de votaciones, que se mantendrá el 20 de agosto.
En conferencia de prensa hace unos minutos, el titular de Defensa, Luis Lara, señaló que «las mafias le han declarado la guerra al Ecuador», por lo que el «Estado y las Fuerzas Armadas responderán con su poder».
El atentado contra el candidato a 10 días de los sufragios podría influir en el escenario electoral, con un cambio en la intención de voto a favor de la derecha, advierten analistas.
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