Estaban programados para este jueves varios eventos en la Plaza de la Independencia, en el centro histórico de Quito, ante el monumento alegórico al hecho, considerado fundamental en el proceso hacia la definitiva liberación del país del colonialismo español.
En la columna donde están inscritos los nombres de los protagonistas de la hazaña, el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, depositaría en la mañana una ofrenda floral y luego, en la noche, participaría allí mismo en otro evento de recordación.
El 10 de agosto de 1809, un grupo de criollos quiteños manifestó su decisión de constituir un gobierno independiente de España y conformaron la Junta Soberana de Gobierno, aunque a los pocos meses España recuperó el poder y varios de los patriotas fueron apresados y masacrados.
Habitualmente la efeméride es celebrada en todo el país, pero los recientes acontecimientos obligaron a cancelar los actos, incluso en las escuelas, según informó el Ministerio de Educación.
El asesinato de Villavicencio en la tarde de este miércoles cuando salía de un mítin político conmocionó a toda la nación, más allá de las diferencias ideológicas.
El crimen ocurrió a pesar de que el candidato se movilizaba con protección policial ante amenazas que había recibido semanas atrás, según él mismo denunció.
Varios de sus contrincantes en la carrera presidencial suspendieron los actos de campaña previos a los comicios.
El Consejo Nacional Electoral lamentó el suceso, pero hasta ahora no se ha pronunciado sobre cómo proceder ahora con las elecciones, aunque el Código de la Democracia, normativa que rige el proceso, establece que el movimiento político del candidato fallecido puede proponer otro nombre.
Desde alrededor de las 21:00, hora local, del miércoles el Gabinete de Seguridad, convocado por el presidente Guillermo Lasso, se mantiene reunido en el Palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, mientras el país está a la expectativa de las resoluciones que puedan emitir.
Villavicencio, de 59 años, fue periodista y asambleísta, dirigió la Comisión de Fiscalización del parlamento y, aunque en los últimos tiempos él lo negaba, fue muy cercano al presidente Guillermo Lasso.
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