“Se trata claramente de una conspiración marca CIA, que favorece a la derecha y ultraderecha ecuatoriana que busca entronarse nuevamente”, manifestó el PS en una declaración pública.
La agencia norteamericana tiene un largo expediente de atentados, magnicidios, conspiraciones intervencionistas contra decenas de países del mundo, contra gobiernos y movimientos de posiciones distintas a las de Washington.
El texto asevera que el objetivo del atentado es perjudicar a los candidatos de izquierda y sobre todo apunta contra la cercana posibilidad del triunfo en las elecciones del 20 de agosto de la candidata Luisa González y el consiguiente retorno de la corriente del expresidente Rafael Correa al gobierno del vecino país.
La víctima “era el candidato de la derecha ecuatoriana que menos posibilidades tenía en las encuestas”, afirma el PS, en cuyo análisis los sicarios que ejecutaron el crimen solo serían instrumentos de una conspiración.
De otro lado, la exministra de la Mujer Anahí Durand se sumó a quienes consideran grave la muerte del único asesino detenido, sin que se le haya dado atención médica, por lo cual no pudo ser interrogado para indagar sobre quienes ordenaron el crimen.
Va más allá y afirma que al herido lo asesinaron en un centro de detención de la Fiscalía y comenta que “es terrible el avance del crimen organizado que hoy enluta a la democracia y urge combatirlo en Latinoamérica”.
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