El féretro con el cuerpo del político arribó al camposanto proveniente del Centro de Convenciones Quito, espacio donde sus coidearios consiguieron darle un último adiós al exlegislador, baleado en la tarde de este miércoles cuando salía de un mítin de campaña.
Flores en su tumba, llamados a no dejar el crimen en la impunidad y cánticos de sus hijas marcaron la ceremonia íntima, sólo para familiares y amigos.
Villavicencio era uno de los ocho candidatos que buscaba ser sucesor del presidente Guillermo Lasso, una postulación auspiciada por el movimiento de derecha Construye, que ahora podría nombrar a otra persona para el cargo.
El periodista devenido político, estructuró su carrera en torno a las denuncias de supuesta corrupción contra el exmandatario Rafael Correa (2007-2017), a quien han querido culpar del crimen sin prueba alguna.
Igualmente, el candidato asesinado decía estar en lucha abierta contra las mafias, incluso días antes de su muerte denunció amenazas de esos grupos delictivos.
Aunque no estaba entre los primeros en las encuestas, este crimen conmocionó al país, que sufre una escalada de inseguridad y violencia política sin precedentes y ahora el escenario electoral pudiera cambiar, advierten analistas.
Ante los acontecimientos, Lasso decretó tres días de luto nacional, hasta mañana sábado, y estado de excepción en todo el país por 60 días.
Por el momento seis colombianos se encuentran en prisión preventiva como sospechosos de ser autores materiales del crimen, mientras la Policía Nacional informó que prosiguen las investigaciones para llegar al autor intelectual del homicidio.
La Fiscalía General, por su parte, desmintió informaciones divulgadas en medios de prensa de Colombia sobre la captura de otros cuatro presuntos culpables del homicidio.
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