Por Mariela Pérez Valenzuela
Corresponsal jefe de Prensa Latina en República Dominicana
Oscar Beillard, propietario de la casa situada en la localidad de Laguna Salada, en Valverde, y promotor de la obra, acogió a Prensa Latina en su hogar, donde, desde la calle, se observa la pieza en forma de pirámide, de cinco metros de altura.
Una bandera de Cuba, una del Movimiento Revolucionario 26 de julio, y la nacional, así como una placa de reconocimiento a Fidel Castro, que mañana, domingo, cumpliría 97 años, se integran al conjunto a ambos lados.
Beillard, estudioso de la solidaridad y heroísmo que unen a los dos países, vecinos caribeños, expresó que, como un gesto revolucionario, su familia concibió la obra como homenaje póstumo al “más grande internacionalista y humanista, dijo, que ha tenido la historia contemporánea”.
Dos columnas dan la entrada a la pieza piramidal integrada por cinco peldaños que representan, detalló, los cinco años, cinco meses, cinco días, cinco horas y cinco minutos que transcurrieron desde el ataque al cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, a las 05.15 minutos de la madrugada cubana, bajo la dirección de Fidel, hasta la fuga del dictador Fulgencio Batista (1952-1959) a las 12:10 de la madrugada, del 1 de enero de 1959.
Inaugurada el 13 de agosto de 2021, manifestó que un maestro constructor asesoró la obra, mientras que una firma de ingenieros y arquitectos la ejecutó. La tarja, explicó, la concibió un estudiante suyo que la dibujó en mármol blanco.
Beillard tenía 14 años cuando escuchó hablar del jefe revolucionario y a los 16 ya pertenecía al Movimiento Revolucionario 14 de Junio-14J, creado en oposición a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo (1891-1961).
El nombre 14 de junio honra, explicó, a los patriotas de la gesta de Constanza, Maimón y Estero Hondo en 1959.
Se trató, puntualizó, de una expedición formada por nacionales y un grupo de extranjeros, que apoyaron al Movimiento de Liberación Dominicana con el interés de derrotar a Trujillo, quien gobernó primero desde 1930 hasta 1934 y de facto, hasta ser asesinado en 1961.
Aunque la acción no tuvo éxito en el orden militar, sí sembró la semilla de libertad e inspiró a los creadores del 14J para homenajear a los héroes y mártires de esa hazaña.
Identificado con los ideales revolucionarios, Beillard manifiesta su continuo amor por Cuba a la que ha visitado en más de 70 ocasiones.
Junto a la idea del monumento, apuntó, surgió un colorido mural, de la autoría del artista criollo Manuel Almonte, el cual muestra momentos de la historia vinculados a la fructífera vida de quien cambiara el destino de su país con la implantación de una política inclusiva y de justicia social.
A la pregunta de cómo germinó esta iniciativa, respondió que, durante uno de sus tantos viajes a La Habana, cuando visitó el lugar donde cayó el Héroe Nacional José Martí, en Dos Ríos, pensó, como un relámpago, que sus coterráneos debían tener un espacio en el cual se mantenga viva la presencia y el pensamiento de quien dirigió la lucha del pueblo cubano.
Autor del libro “Fidel, surgimiento de un líder”, Beillard no olvida la primera vez que vio al líder de la Revolución: “Fue durante el Congreso Internacional de Pedagogía celebrado en 1999 en el habanero teatro Karl Marx; luego lo escuché una segunda vez en ese mismo recinto, pero nunca tuve la oportunidad de conocerlo personalmente”.
Directivo del Comité de Solidaridad con Cuba en la provincia de Valverde, este escritor y político, cuando presentó su obra en la Casa de la Amistad, en La Habana, en 2011, expresó: “Para escribir de Fidel no alcanza toda la tinta ni el papel del mundo porque tuvo todo lo material desde su nacimiento, pero no tenía Patria y por ella luchó hasta hacerla realidad”.
Puntualizó a Prensa Latina que también tiene escrito varios poemarios editados en La Habana, entre estos “Fidel Eterno, Versos Para Un Gigante de la Historia”.
Quien visite al profesor y sus familiares en su morada encuentran otra agradable sorpresa: una pequeña biblioteca con libros de la autoría de Fidel o relacionados con su vida, además de fotografías vinculadas; Obras Completas de José Martí, volúmenes de o sobre Ernesto Che Guevara, entre otras relacionadas a la epopeya revolucionaria de la vecina isla.
Este sencillo hombre recibe con satisfacción a las personas que se acercan a su hogar en Valverde a fin de conocer sobre Cuba y su líder histórico, quien falleció a los 90 años, el 25 de noviembre de 2016.
Con el orgullo de sentirse un revolucionario comprometido con la causa cubana, se regocija con el interés que los visitantes muestran por adentrarse en el conocimiento del sistema político de Cuba, hermanadas desde antes incluso del inicio de las guerras independentistas, en las que peleó el dominicano Máximo Gómez, quien alcanzara el grado de Generalísimo.
“Estoy admirado, reflexiona, de la llegada de personas llenas de curiosidad, quienes preguntan, toman fotografías, y se quedan maravilladas de tanta memoria contenida en este pequeño lugar”.
De retorno a la capital, al voltear la cabeza, el monumento a Fidel refulge en la escena dominicana. Siempre alto, vigilante, amoroso, protector de la familia que lo acogió en su seno para siempre como un padre, o un hermano más.
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