La cifra, que podría aumentar, superó el total de 85 fallecidos durante el gran fuego de 2018 en el norte de California.
Los equipos de bomberos siguen tratando de contener las las llamaradas en Lahaina Town y Upcountry Maui, de acuerdo con reportes de medios locales.
El alcalde de Maui, Richard Bissen, comparó la semana pasada la destrucción de la segunda isla más grande del archipiélago de Hawái y la tercera más poblada con una «zona de guerra».
Por su parte, el presidente Joe Biden declaró el estado de emergencia por la grave catástrofe y prometió que la respuesta federal garantizará que «cualquiera que haya perdido a un ser querido, cuya casa fuera dañada o destruida, recibirá respaldo inmediatamente».
La ayuda puede incluir subvenciones para viviendas temporales y reparaciones en el hogar, ciertos préstamos para cubrir las pérdidas de propiedad y otros programas para los dueños de viviendas y negocios, dijo la Casa Blanca en un comunicado.
Solo en la costa de Lahaina la destrucción es alarmante; edificios de madera en un centro de la ciudad, que datan del siglo XVIII y que se encuentran en el Registro Nacional de Lugares Históricos, fueron reducidos a cenizas.
El periódico local Star Advertiser reseñó que los incendios forestales que arrasaron la ciudad de Lahaina, en Maui, quemó tiendas, restaurantes y un hotel construido hace más de un siglo, acabando con los enclaves más espectaculares y ricos del estado.
Pero el letal incendio también destruyó algo menos visible pero vital para la supervivencia económica de esta isla: casas y apartamentos modestos donde vivían muchos trabajadores que dirigían la floreciente industria turística de Maui, apuntó el rotativo.
La destrucción de Lahaina puso de relieve el viejo problema de Maui con la vivienda para las personas que trabajan en sus hoteles y campos de golf, sin las cuales la isla no podría funcionar como un destino muy apreciado por visitantes de todo el mundo, advirtió.
A Hawái, un archipiélago volcánico del Pacífico central, lo identifican siempre por sus paisajes paradisíacos.
Los científicos asocian al cambio climático la ocurrencia de fenómenos como este que revelan cómo ningún lugar es inmune.
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