Las torrenciales lluvias de hace casi un año de la tormenta Julia, en octubre, arrasaron con las primeras floraciones en 2022, y aunque los cafetales volvieron a florecer entre enero y febrero, esta vez fue la falta de lluvias por la sequía lo que provocó que el grano no saliera.
Apenas se logró unos 800 mil quintales oro uva en 2022-2023, según estadísticas de productores organizados en Acafesal y la meta es no bajar esa cifra pese a las adversidades que causa el fenómeno climático.
Hasta junio el CSC informó que la producción fue de 875 mil 275 quintales de café oro uva, una baja que se atribuye al clima, la falta de abono por sus altos precios y enfermedades en los cafetos como la broca.
En resumen, la cosecha de café que inició en octubre de 2022 y se extendió hasta mayo de este año, se quedará lejos de la aspiración de alcanzar el millón de quintales que no se logra desde 2013.
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