Briones, quien era militante del movimiento Revolución Ciudadana (RC), perdió la vida este lunes como consecuencia de un impacto de bala, así lo dio a conocer el líder de esa organización, el expresidente Rafael Correa, a través de su red social Twitter.
Asesinaron a otro compañero nuestro en Esmeraldas. ¡Ya basta!, reclamó el exmandatario.
Por su parte, la aspirante a la Presidencia del país andino por la RC, Luisa González, lamentó que Ecuador vive su época más sangrienta.
Esto se lo debemos al abandono total de un gobierno inepto y a un Estado tomado por las mafias, denunció González. Mi abrazo solidario a la familia del compañero Pedro Briones, caído en manos de la violencia. ¡El cambio es urgente!, manifestó.
Hasta el momento no existen pronunciamientos oficiales sobre este suceso.
El pasado 9 de agosto, el asesinato del candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio expuso aún más los niveles de violencia existentes en la nación sudamericana y sacudió el panorama electoral.
El exlegislador de 59 años, tenía también entre sus premisas la de «enfrentar y derrotar a las mafias que han cooptado el Estado y que tienen de rodillas a la sociedad».
Justamente, una semana antes de ser baleado él mismo declaró haber recibido amenazas por parte de grupos delincuenciales.
Analistas explican que los grandes medios privados de Ecuador presentaron el asesinato “resaltando las denuncias y enfrentamientos contra el correísmo”, con lo cual ayudaron a generar la idea de que la Revolución Ciudadana tendría responsabilidad en esos acontecimientos.
El crimen busca deslegitimar una elección que la derecha tenía perdida, señaló el economista y analista David Villamar en referencia a la posible victoria de la RC en los sufragios.
Ecuador sufre una ola de inseguridad y violencia, con frecuentes masacres carcelarias y otros crímenes, que el Gobierno atribuye a grupos delictivos en disputa por el tráfico de drogas.
De igual manera, los ataques a políticos y funcionarios públicos son cada vez más frecuentes, sobre todo en las provincias costeras, donde radican las principales bandas delictivas que operan aquí.
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