Este martes, el organismo aumentó las tasas del 8,5 al 12 por ciento, el nivel más alto desde marzo de 2022, con la depreciación del rublo como telón de fondo.
La entidad recalcó que su decisión dependerá de la evolución real y prevista de la inflación respecto a la meta y el proceso de la transformación estructural de la economía.
Igualmente tendrá en cuenta los riesgos de las condiciones internas y externas y la reacción de los mercados financieros ante el riesgo de desviación de la inflación de la meta del cuatro por ciento en 2024.
El Banco de Rusia subrayó que el aumento de los tipos de interés al 12 por ciento busca volver la inflación a la meta prevista.
En la jornada previa al incremento de tasa de interés, el cambio del dólar superó los 101.03 rublos, mientras que el euro se cotizó por encima de los 110.68 rublos.
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