“Mi esposa Jill y yo viajaremos a Hawái tan pronto como podamos”, dijo el mandatario en Wisconsin, adonde se dirigió para promover su Ley de Reducción de la Inflación, que justamente mañana cumple un año de haberla promulgado.
Apuntó que ha estado “en demasiadas áreas de desastre”, calificó los incendios de “devastadores” y señaló que se aseguró de que Hawái tendrá todo lo que necesita del gobierno federal.
La tragedia en Maui, la segunda isla más grande del archipiélago de Hawái y a su vez la más poblada, ya cobró la vida de 99 personas, lo cual convierte a ese fuego forestal en el más mortífero registrado en los Estados Unidos en un siglo.
De camino a Wisconsin, Biden habló por teléfono con la administradora federal de manejo de emergencias, Deanne Criswell, y el gobernador de Hawái, Josh Green.
La subsecretaria principal de prensa de la Casa Blanca, Olivia Dalton, comentó a los periodistas este martes que actualmente hay “conversaciones activas sobre cuándo podría ser posible una visita a Hawái», uno de los 50 estados de la Unión Americana.
Biden, quien buscará la reelección en las presidenciales de noviembre de 2024, ha enfrentado críticas por expresar como respuesta un «sin comentarios» cuando el domingo se le preguntó sobre el aumento del número de muertos en Maui.
De hecho, la mansión ejecutiva intentó mejorar la imagen del gobernante al rechazar críticas acerca de las vacaciones de Biden en momentos de crisis Hawái.
La mansión ejecutiva intentó mejorar la imagen del gobernante al rechazar los comentarios adversos acerca de que estuvo de vacaciones durante el fin de semana cuando estaba en curso la crisis Hawái.
Reportes de medios locales remarcaron que mientras Maui contaba los muertos el domingo, el presidente Biden se sentó en la playa de Delaware, montó en bicicleta y aportó poco sobre el incendio forestal.
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