Aunque aún continúa la investigación para determinar la responsabilidad intelectual del atentado, Zurita afirmó este martes que el propio Villavicencio denunció amenazas de los exasambleístas Ronny Aleaga, Roberto Cuero, Ronald González y Walter Gómez, de la RC, y del socialcristiano Pablo Muentes.
En respuesta, esta tarde el exparlamentario Cuero, en nombre de los acusados, afirmó en una rueda de prensa desde la ciudad de Guayaquil, que las diferencias con su colega asesinado siempre fueron políticas y nunca personales.
A Villavicencio nunca lo consideramos un enemigo personal, sino un adversario político, eso que quede claro para todo el país, subrayó Cuero, quien lamentó la muerte de “un ser humano, un padre de familia, un esposo”.
Igualmente, señaló que Villavicencio realizó muchas denuncias, algunas “sin ningún sustento” o “llenas de odio” y aseguró que ninguno de ellos tiene capacidad de influenciar en el cuerpo de seguridad a cargo del presidenciable.
En ese sentido, cuestionó las fallas que posibilitaron la acción de los sicarios, como por ejemplo dejarlo entrar a un vehículo sin chofer y no esperar al carro blindado, entre otras.
También manifestó que las declaraciones de Zurita, quien ocupará el puesto de Villavicencio en nombre del movimiento Construye, son “irresponsables”, porque ponen en riesgo su seguridad y las de sus familias.
Cuero añadió que están a disposición de la Fiscalía si es necesario para colaborar con la pesquisa del homicidio, pero advirtió que se reservan el derecho a tomar las acciones legales pertinentes.
El atentado en plena campaña electoral y a pocos días de los sufragios conmocionó al país, que sufre una crisis de inseguridad y violencia política.
Una ola de voces dentro y fuera del territorio nacional repudiaron el asesinato y exigieron investigaciones para encontrar a los responsables intelectuales del homicidio, que tuvo lugar el pasado miércoles 9 de agosto.
El exasambleísta de 59 años fue baleado cuando salía de un mitin de campaña en el norte de Quito, y enseguida muchos se apresuraron a afirmar —sin pruebas– que detrás de eso estaría el movimiento correísta, del que Villavicencio fue una de las voces más críticas.
El crimen busca deslegitimar una elección que la derecha tenía perdida, señaló el economista y analista David Villamar en referencia a la casi segura victoria de la RC en los comicios presidenciales y legislativos del 20 de agosto.
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