El próximo domingo las Fuerzas Arañadas (FF.AA) y la Policía Nacional aquí no solo estarán encargados del transporte y custodia del material electoral, también estarán habilitados para combatir a las organizaciones delictivas ante posibles amenazas.
Recientemente, el ministro de Gobierno, Henry Cucalón, justificó el estado de excepción como la única herramienta que tienen para desplegar militares ante la ola de violencia.
Es que la situación es por demás compleja, solo los simplistas pueden pensar que esto se arregla de la noche a la mañana, la penetración del crimen organizado y del narcotráfico no vino de la noche a la mañana, es un tema complejo y difícil que tiene muchas aristas, obviamente con responsabilidades, del gobierno a la cabeza por supuesto, aseveró el funcionario.
De acuerdo con un mapeo realizado por la policía, existen siete provincias donde se concentra el mayor riesgo, Manabí, Esmeraldas, Los Ríos, Guayas, Santa Elena, Santo Domingo y Pichincha. Por tanto, hasta esas zonas, consideradas como las más conflictivas y donde la institución policial prevé mayor acción y seguridad especial, se trasladarán equipos de élite.
Un reporte del canal Ecuavisa reveló que solo en las ciudades de Guayaquil, Durán y Samborondón, en la provincia de Guayas, el Consejo Nacional Electoral (CNE) ha destinado 395 recintos de votación, de ellos, 245 están en sectores con un alto índice de violencia y delincuencia criminal.
El ministro de Defensa, Luis Lara, señaló que el plan contempla una estrategia de reacción inmediata y las FF.AA están en alerta para evitar posibles disturbios y ataques antes, durante o después del sufragio.
Para el historiador ecuatoriano Juan Paz y Miño, quien conversó con Prensa Latina, el mayor anhelo de los ecuatorianos, dijo, es poner freno a la delincuencia y el crimen organizado para evitar más muertes violentas y ver una economía próspera, con beneficios para las mayorías.
Más de 13,4 millones de ciudadanos aquí están convocados a decidir el futuro del país a través de las urnas el próximo domingo, un proceso que transcurre en medio de la mayor ola de violencia en el país, que ha cobrado la vida a tres políticos en las últimas semanas, incluido el candidato a la Presidencia Fernando Villavicencio, el pasado 9 de agosto.
Desde las 00:00 (hora local) de mañana se iniciará también el silencio electoral hasta el domingo 20, cuando más de 13,4 millones de ecuatorianos decidirán el futuro del país a través de las urnas.
Durante la veda electoral, los candidatos y movimientos políticos no están autorizados a realizar proselitismo ni propaganda sobre su partido.
El artículo 123 de la Constitución nacional contempla que, durante el día de las elecciones, 36 horas antes y 12 horas después no se permite tampoco la distribución o consumo bebidas alcohólicas.
Tras el asesinato del candidato Villavicencio, el presiente Guillermo Lasso decretó un nuevo estado de excepción en la nación andina por 60 días.
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