Según informó el portal de noticias ActuNiger, los ataques ocurrieron la víspera, al mismo tiempo que una emboscada contra un convoy del ejército nigerino causó 17 muertos y 20 heridos en la misma zona.
En tanto, durante la jornada los jefes militares de varios países del oeste de África se reúnen en Ghana para coordinar una posible intervención armada en Níger.
La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) ordenó el pasado 10 de agosto activar y desplegar su fuerza de reserva para una posible intervención militar en el país africano, aunque por ahora se mantiene la opción de un arreglo político.
La Cedeao aplicó también sanciones financieras y comerciales contra Niamey, mientras Francia, Estados Unidos y Alemania suspendieron sus programas de ayuda.
Observadores políticos reiteran que una incursión castrense en Níger plantea el riesgo de desencadenar una guerra regional, con consecuencias catastróficas para el Sahel, ya plagado por la inseguridad, el desplazamiento y la pobreza.
Militares nigerinos anunciaron el pasado 26 de julio, a través de la televisión estatal, la destitución del presidente Mohamed Bazoum, la suspensión de las instituciones, el cierre de las fronteras y un toque de queda nocturno.
Este es el segundo golpe contra el gobierno de Bazoum después que el 31 de marzo de 2021 las autoridades nigerinas abortaran una tentativa contra él, dos días antes de su toma de posesión.
Níger es una de las naciones más pobres del mundo, que sufre los efectos del cambio climático y una crisis alimentaria que afecta a millones de personas.
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