En un recorrido por estaciones de recepción en la selva de Darién, en la frontera con Colombia, el funcionario precisó a la prensa acreditada que el número de viajeros ilegales se ha triplicado en las últimas semanas, pese a la advertencia de Washington de impedir su ingreso al país.
Según Pino, desde el sur de la región entran al istmo a diario más de dos mil 500 personas.
Por su parte, el Servicio Nacional de Migración (SNM) precisó en un informe que hasta el 17 de agosto más de 294 mil mil personas, de ellas un alto porcentaje de menores, habían cruzado la peligrosa jungla, número muy superior a las 248 mil que lo hicieron en todo el año pasado y las 133 mil 726, de 2021.
Solo en los primeros días de agosto utilizaron esa vía terrestre más de 42 mil caminantes, lo que lleva a las autoridades panameñas a asegurar que de continuar esa tendencia a final de año unos 400 mil migrantes irregulares habrán transitado por el Tapón del Darién.
Los extranjeros, en su mayoría venezolanos, haitianos y ecuatorianos, cruzan la selva pese a estar plagada de peligros naturales y el acoso de bandas criminales y carteles de tráfico de personas que controlan estos flujos.
Los migrantes tienen como destino principal Estados Unidos, pese a que el norteño país reiteró recientemente que no permitirá el ingreso de los que utilizan vías ilegales.
Así dijo en conferencia de prensa el subsecretario adjunto de comunicación del Departamento de Seguridad, Luis Miranda, quien además recordó el apoyo que brindan al reforzamiento militar de la zona con efectivos de Panamá y Colombia.
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