Un domingo dulce para las mujeres españolas del deporte, con el añadido de la medalla de oro en marcha 20 kilómetros de María Pérez, en la cita del orbe de Budapest, Hungría.
Fue la andaluza Olga Carmona la encargada de anotar el único y decisivo gol de la final contra Inglaterra para e l-0, pero el Balón de Oro de la Copa Mundial recayó en la mediocampista catalana Aitana Bonmatí.
Comparada por sus cualidades con Andrés Iniesta, fue esencial en la obtención del cetro de la Roja dirigida por Jorge Vilda. Hace 13 años, en Sudáfrica 2010, justamente Iniesta le daba el título a España por primera vez en la historia.
Ahora el país ibérico está exultante con su segundo lauro en el deporte de las multitudes, considerado un enorme logro y reconocimiento al avance del balompié femenino español.
Las felicitaciones no se hicieron esperar, desde la propia reina Letizia en el terreno, que se fundió en abrazos con todas las jugadoras, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la líder del movimiento Sumar, Yolanda Díaz, o la tenista Garbiñe Muguruza.
En el medio de un huracán interno que 15 jugadoras que renunciaron a ser convocadas el pasado año, el técnico Vilda resistió los embates negativos, contó con el apoyo de la federación nacional y este domingo ascendió a la cima.
“Dije que teníamos a las 23 mejores futbolistas del mundo; impusimos nuestro estilo pese al resbalón contra Japón (0-4). Pusimos de pie a España en semifinales (2-1 contra Suecia), queríamos que hoy salieran a las calles y festejaran”, declaró Vilda.
Lo cierto es que en numerosas ciudades españolas se instalaron carpas con pantallas gigantes, además de reuniones de familiares y amigos en bares y restaurantes, lo que extendió el jolgorio en todo el país.
En paralelo, la marchista María Pérez detuvo los cronómetros en 1:26.51 horas para escalar el máximo peldaño en el podio de Budapest en los 20 kilómetros, un oro que se suma al anterior de su compañero Alvaro Martín en la misma distancia de la rama masculina.
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