Con más del 50 por ciento de las actas escrutadas, González exhibe 33,28 por ciento de los votos, mientras que Noboa, su rival inmediato, le sigue con 24,18 por ciento.
En declaraciones a la prensa y a sus simpatizantes en la noche de este domingo, la representante de la RC agradeció a todos los ciudadanos que pese a vivir una situación tan complicada, sumidos en el miedo, salieron a votar.
Hoy empieza una historia distinta, con fe, esperanza y optimismo, una Patria de días mejores, de dignidad para todo un pueblo, gracias porque este triunfo es de la RC, de las mujeres, es por todo nuestro Ecuador, expresó.
Señaló que el país nuevamente deberá enfrentar una votación en segunda vuelta, en la cual los ciudadanos tendrán dos opciones: una que representa al pueblo y la otra del lado del sector empresarial.
“Debemos votar bien, con conciencia, no queremos un Lasso 2.0. Necesitamos recuperar el país”, aseveró González en referencia al actual mandatario Guillermo Lasso. Por su parte, Noboa expresó estar feliz con el resultado y a sus 35 años se autodefinió como el candidato de la juventud, de quienes buscan una esperanza para cambiar a Ecuador.
Manifestó que desde mañana en la tarde retomará la campaña, porque “Hay una segunda vuelta, todavía no hemos logrado el objetivo que es la presidencia de la República»·
Indicó que hasta ahora ninguno de los candidatos que obtuvieron votaciones menores le ha propuesto una coalición, y aunque declaró no estar de acuerdo con ese tipo de pactos, dijo estar abierto a quienes quieran sumarse a su proyecto.
Noboa fue la sorpresa de la noche, pues su notoriedad entre los aspirantes al Ejecutivo llegó apenas después del debate electoral televisado de la semana pasada, donde muchos elogiaron su desempeño.
Este joven es hijo del cinco veces candidato a la presidencia, Álvaro Noboa, y pertenece a una de las familias más ricas del país.
Los otros seis contendientes admitieron públicamente sus derrotas en estos comicios marcados por la inseguridad
Lo que vemos en Ecuador es una disputa entre quienes apuestan por la construcción de una economía social y aquellos que abogan por mantener el modelo neoliberal, ahí hasta el fondo de la tensión política, confirmó el historiador Juan Paz y Miño.
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