El estrés hídrico golpea fuerte las plantaciones del aromático, lo cual se intensifica con la influencia del fenómeno de El Niño y las altas temperaturas.
Algunos cosecheros dijeron que para el ciclo 2023-2024 la producción caerá un 30 por ciento, debido a que la falta de lluvia provocó que los granos se cayeran, eso equivale a una producción de 70 quintales cuando antes era de 100.
El presidente departamental de la Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal), Erick López, en el Departamento de San Miguel, indicó que es muy probable que el estrés calórico ralentice el crecimiento de las plantas y reduzca el volumen de la producción, algo que en la zona oriental podría ser incluso peor.
Pese a los daños, Acafesal estima puede lograrse aun una cosecha de 875 mil 275 quintales, similar a la del corte anterior.
Asimismo, los cafeteros salvadoreños proseguirán en su empeño en lograr y estabilizar una producción de un millón de quintales, algo que no ocurre desde la crisis de la roya en 2012-2013 cuando desplomó a menos de la mitad.
Después del azúcar, el café es el producto de la agricultura que más se exporta en el país, y pese a una caída en sus ventas al mercado chino este año, la firma de un probable Tratado de Libre Comercio impulsaría las ventas al gigante asiático.
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