«Por supuesto, se trata de dificultades adicionales para que la situación finalice lo antes posible, pero la tenencia de estas aeronaves por parte de las autoridades de Kiev no cambiará el curso de los enfrentamientos”, destacó el funcionario este lunes al canal de televisión Rossiya 24.
Sin duda, nuestras fuerzas armadas saben qué hacer con estos aviones, pero, definitivamente, se puede caracterizar esto como constantes aspiraciones de los países occidentales de seguir alimentando el conflicto, y aquí no hay iniciativas de paz que puedan explicar tales acciones, agregó.
Anteriormente, el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, anunció un «acuerdo decisivo» con Países Bajos sobre el suministro de 42 cazas F-16 a Kiev. Dinamarca también afirmó que está dispuesta a transferir 19 cazas F-16 a Ucrania.
La Fuerza Aérea danesa tiene unos 30 cazas que serán retirados del servicio cuando el país pase a los más modernos F-35, mientras que la Fuerza Aérea de Países Bajos tiene 42 de esos cazas.
Dinamarca y Países Bajos ya han anunciado la formación de pilotos ucranianos, que contará con la asistencia de otros nueve países. En julio, el Ministro de Defensa, Troels Lund Poulsen, declaró que la formación comenzaría en agosto al sur de Jutlandia. Está previsto que dure al menos seis meses.
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