En varias partes del mundo esta festividad también rinde honores a estudiosos, investigadores y promotores del folclor, sobre todo, se trata de un reconocimiento al arqueólogo británico William Jhon Thoms, quien utilizó por primera vez el término en el año 1846.
Thooms escribía artículos para una columna semanal titulada “Folk-Lore” en la revista británica The Athenaeum, dicho neologismo expresaba el saber del pueblo, conjugando los términos folk (pueblo) y lore (saber).
¿Pero qué es el Folclor? También folclore o folklore, se define como una expresión cultural la cual abarca prácticas, creencias, leyendas y costumbres populares comunes de una cultura, subcultura o grupo social.
El folclor manifiesta sentido de pertenencia, arraigo y acervo cultural de cada nación mediante aspectos como su música, sus bailes, celebraciones y muestras artesanales.
De igual forma, el folclor es parte del patrimonio material e inmaterial de cada territorio, representa la identidad única e irrepetible de una nación; los saberes son transmitidas de generación a generación mediante el arte, la literatura, la música y la escultura.
Se basa en creencias, supersticiones y vivencias tradicionales, sin argumentos lógicos o científicos.
Las principales expresiones del folclore son Material, la cual se refiere a los objetos físicos identitarios de una cultura, como artesanía u obras de arte.
Está, además, la expresión Verbal, relacionada con los dichos, las historias narradas y orales, y canciones, y por último, la expresión costumbrista, estipulada por hábitos de vestimenta, culinarios, actividades de ocio y arte popular.
Cada país celebra este Día Mundial de diversas maneras, aunque la esencia es la misma: enaltecer y preservar las tradiciones y costumbres de cada sitio.
En 1960 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) instituyó y declaró al 22 de agosto como fecha para rendir homenaje al folklor y la declaración se llevó a cabo durante el Primer Congreso Internacional de Folklor, realizado en Buenos Aires, Argentina.
La fecha también conmemora la primera vez que se empleó este término.
Entre los países que más apego tienen a sus creencias, bailes y rituales en sentido general están, por ejemplo, Perú, de los de mayor tradición folklórica y ancestral, pero también Bolivia, México, República Dominicana o Colombia.
Algunas de las danzas peruanas se sitúan dentro de la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad Transmedia para el Desarrollo Sostenible en los Países Andinos de la Unesco.
Sucede lo mismo con las festividades bolivianas, como el Carnaval de Oruro declarado en 2001 por la Unesco Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
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