Hoy fue el turno de los tres partidos con más votaciones en las elecciones generales del 23 de julio pasado. El primero, Santiago Abascal, líder del ultraderechista Vox, quien ofreció sus escaños (33) al conservador Partido Popular (PP), a cambio de no ser objeto de un “cordón sanitario”.
Se refería Abascal al ejercicio de aislamiento que se aplica en España en ocasiones a una organización, como el caso de Vox, negacionista del cambio climático, la violencia machista y la Agenda 2030 de Naciones Unidas, entre otros de sus postulados.
Luego, fue el turno del presidente en funciones del Gobierno y líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, quien dialogó en el Palacio de la Zarzuela con el monarca para detallarle su deseo y posibilidades de lograr la investidura que lo mantendría al frente de la Moncloa.
“He trasladado a Su Majestad el Rey mi disposición a asumir la responsabilidad y trabajar por articular la mayoría parlamentaria para formar un Gobierno de progreso”, escribió Sánchez en su cuenta de la red social X (otrora Twitter).
Además de ponderar los avances económicos y sociales alcanzados en su legislatura, el jefe del Ejecutivo destacó las responsabilidades asumidas por el bienestar de la nación y las proyecciones con la Presidencia del Consejo de la Unión Europea en el semestre que termina el 31 de diciembre.
La coalición de izquierdas que lidera el PSOE reúne los 121 escaños obtenidos por la organización, más los 31 del movimiento Sumar, y eventualmente con el respaldo de EH Bildu y PNV (ambos del País Vasco), BNG de Galicia y Esquerra Republicana de Cataluña.
Aun así, necesitaría del espaldarazo del cuestionado Junts por Cataluña, que lidera en rebeldía y como prófugo de la justicia Carles Puigdemont.
Su Majestad terminó las consultas con la entrevista con Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, quien también ofreció su voluntad de encabezar una investidura.
El PP conquistó 137 puestos en las generales, cuenta con el apoyo de Vox (33) y de UPN de Navarra y de Coalición Canaria, ambos con un escaño cada uno.
Feijóo aseguró que su distancia para formar un gobierno «estaría tan sólo a cuatro diputados de la mayoría absoluta», al tiempo que aprovechó para criticar a Sánchez, necesitado del respaldo de independentistas.
Cruces de espadas y cabildeos dominan el ambiente, especialmente en los últimos 10 días. De arrancada, la izquierda salió airosa de su primera prueba, al lograr que Armengol (socialista) se hiciera de las riendas del Congreso de Diputados, derrotando a la aspirante del PP Cuca Gamarra.
Será el monarca el encargado de designar a un candidato para someterse a los debates de investidura en el Congreso de Diputados.
El aspirante necesitaría mayoría absoluta para convertirse en el próximo inquilino de la Moncloa, o en segunda votación ganar por mayoría simple.
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