Trump, envuelto en varios problemas legales y aun así favorito en las encuestas, se negó a asistir utilizando como argumento sus supuestas credenciales de éxito, mientras espera entregrarse a las autoridades de Georgia mañana en una sonada investigación que involucra a otras 18 personas y en lo que resulta su cuarta acusación penal en lo que va de 2023.
En su conjunto todos fueron acusados en una trama al estilo organización criminal por tratar de anular el resultado electoral de noviembre de 2020 en ese estado del sureste del país.
La arrancada republicana da señales de una campaña que podría reservar todavía no pocas sorpresas.
De momento estarán presentes en el debate el senador afroamericano por Carolina del Sur Tim Scott, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, el ex vicepresidente Mike Pence, el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie, el gobernador de Dakota del Norte Doug Burgum y el empresario Vivek Ramaswamy.
Las pautas que estableció el Comité Nacional Republicano como referencia para ir al debate son encuestas y recaudación de fondos (hace falta mucho dinero) que los contendientes deben cumplir antes del 21 de agosto.
Por ejemplo, son necesarios 40 mil donantes de campaña individuales (incluidos 20 estados con al menos 200 votantes cada uno) y el uno por ciento de apoyo en tres sondeos nacionales, o en otros tanteos específicos.
Los candidatos también deben firmar un «compromiso de lealtad» para apoyar al republicano que resulte, pero Trump y Christie no lo han hecho.
Por los demócratas, el presidente Joe Biden, que buscará la reelección, es quien apunta como el nominado del partido en un campo todavía gris, donde hay dos postulados: Marianne Williamson y Robert F. Kennedy Jr.
Williamson es una autora de autoayuda que en su fallida campaña de 2020 dijo que crearía un Departamento de Paz federal, respaldó las reparaciones por la esclavitud y calificó al trumpismo como un síntoma de una enfermedad en la psique estadounidense que no podía curarse con planes políticos.
Mientras Kennedy Jr, además de las credenciales de su nombre es un abogado ambientalista y activista antivacunas, para algunos lleno de teorías de conspiración.
También se especula entre los demócratas con la posible carrera del gobernador de California, Gavin Newsom.
En tanto, Cornel West, profesor afroamericano y activista etiquetado como progresista, figura como candidato a la presidencia por el Partido Verde.
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