Como en esta contienda, en aquel momento estaban, de un lado el correísmo, representado por Arauz y del otro la elite económica y empresarial con Lasso a la cabeza.
Los comicios del pasado 20 de agosto confirmaron que la Revolución Ciudadana (RC) es el movimiento político más fuerte del país, cuya candidata presidencial Luisa González quedó en primer lugar entre los ocho contendientes y garantizó una bancada parlamentaria numerosa, aunque sin conseguir la mayoría.
González ganó el voto en 14 provincias del país, mientras que Daniel Noboa, su contendiente en segunda vuelta, quedó en primer lugar en seis territorios.
Ambos se disputarán la jefatura del Ejecutivo en un balotaje que tendrá lugar el 15 de octubre y donde estarán en juego los votos del electorado de sus contrincantes.
Mientras la representante del movimiento correísta busca devolver al país los días que en la nación había seguridad y tenía una economía estable, con salud, educación y desarrollo social, Noboa descartó la idea de formar una «coalición anticorreísta» y aseguró estar a favor de un nuevo proyecto que cambie la forma de hacer política en el país andino.
Sin embargo, el más joven de los aspirantes a la Presidencia, empresario y exlegislador, prevé intensificar el trabajo en los territorios para disputar votos al correísmo, incluso en bastiones tradicionales como Manabí, donde la RC pudiera tener los votos asegurados.
Entre tanto, varios de los otros aspirantes al Ejecutivo ya han definido su apoyo. Jan Topic, Otto Sonnenholzner y el exministro del Interior Patricio Carrillo, ahora asambleísta del movimiento Construye, revelaron que sus votos estarán dirigidos a Noboa.
Eso es lo que está en juego, ecuatorianos, otro gobierno de «empresarios», donde hasta la canciller será empresaria, o un gobierno verdaderamente popular y en función de las grandes mayorías, no de unos cuantos negocios, advirtió el expresidente Rafael Correa (2007-2017) a través de su cuenta en la red social X, antes Twitter, ante ese escenario.
Correa afirmó que ahora son dos modelos los que se enfrentarán en las urnas: el empresarial, que impulsa Noboa, frente al popular y ciudadano, de González.
Por su parte, el analista Mauro Andino alertó que nunca será conveniente unir el poder económico con el poder político.
Una democracia que busque el bien común, no debe ser capturada por los actores más poderosos del sistema empresarial o financiero. Entregarle la conducción del Estado a un agente económico que debe ser controlado y regulado por ese mismo Estado, solo aumentará la desigualdad y la pobreza, puntualizó.
En este sentido, la doctora en Estudios Sociojurídicos Silvana Tapia recalcó que es positivo que muchas sugerencias para las candidaturas presidenciales se relacionen con moderar la confrontación beligerante. Sin embargo, sugirió que ningún bando debe menospreciar a los votantes del otro. Hay que entender las reconfiguraciones, pero también las constantes políticas, dijo.
La candidata RC, cuenta con el 33,47 por ciento de los votos y Noboa, de la coalición Acción Democrática Nacional (ADN), con un 23,48 por ciento, busca cumplir el sueño de su padre, Álvaro Noboa, cinco veces candidato a la presidencia sin éxito.
Lo que vemos en Ecuador es una disputa entre quienes apuestan por la construcción de una economía social y aquellos que abogan por mantener el modelo neoliberal, ahí hasta el fondo de la tensión política, confirmó el historiador Juan Paz y Miño.
ro/nta