«Nuestro mundo está en una situación desesperada», aseguró el alto representante en declaraciones a la prensa tras su presentación en el segmento de alto nivel de la XV Cumbre Brics.
El titular de ONU enumeró entre los principales desafíos del planeta el empeoramiento de la emergencia climática, la escalada de conflictos, la crisis global del costo de vida, las crecientes desigualdades y las disrupciones tecnológicas.
«Este es un momento para unirnos y trabajar juntos. Pero, en cambio, las divisiones están creciendo y las tensiones aumentando», alertó.
En ese escenario, resulta indispensable prestar especial atención a África, un continente subrepresentado en la arquitectura financiera global, al igual que carece de un asiento permanente en el Consejo de Seguridad, dijo.
«Si no somos capaces de reformar nuestras instituciones para asegurarnos de que reasuman un carácter verdaderamente universal, corremos el riesgo de fragmentación, y la fragmentación puede ser algún día un factor de confrontación», añadió al respecto.
Es necesario en cada sociedad un nuevo contrato social basado en el respeto de todos los derechos humanos: sociales, culturales, económicos, civiles y políticos.
El secretario general recordó la urgencia de promover medidas ambientales para el planeta así como para salvar las economías y reducir las desigualdades.
«Los países desarrollados tienen una responsabilidad particular y por eso deben liderar y cumplir», agregó.
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