Según el investigador de la Universidad de Carolina del Sur, Estados Unidos, la elección de derramar esas aguas contaminadas fomenta controversia porque muchas personas expresan preocupación por sus efectos potencialmente devastadores en la vida marina y en aquellos que viven de productos del mar.
Mousseau, que ha estudiado en los últimos 12 años las secuelas del desastre nuclear, afirmó que si se llevan a cabo los planes, una sustancia química radiactiva llamada tritio podría provocar mutaciones alarmantes en los animales.
El experto explicó que el agua radiactiva se crea cuando se combina con oxígeno, y que en laboratorio se observan daños genéticos, efectos reproductivos, en el desarrollo y en la longevidad con niveles mucho más altos de tritio.
Por lo tanto, existe la posibilidad de que se produzcan todas estas consecuencias adversas, incluidas las mutaciones genéticas, aseguró.
Puntualizó que aun no se tiene idea de lo que eso significa ni de cuáles serán los efectos a largo plazo, pero la posibilidad existe.
En opinión del profesor por ser el tritio una sustancia que solo ha sido objeto de pocas investigaciones, no está claro aún cuál puede ser la mutación y transformaciones genéticas que pueda provocar en la fauna marina.
Mousseau afirmó que había indicios preliminares de que podría ser al menos tan peligrosa o más como otros químicos radiactivos más conocidos.
Su amplia experiencia en investigación incluye la genética de las respuestas evolutivas adaptativas en una variedad de organismos, desde bacterias hasta el hombre, y desde 2000 se centró en los efectos de la radiación ionizante y otros contaminantes en Chernobyl, Fukushima y otras regiones radiactivas del mundo.
Fue, además, el primer biólogo radicado en Estados Unidos en realizar investigaciones en Fukushima, Japón, a partir de julio de 2011.
mem/crc