Según comentó a la agencia Sputnik este viernes el alto funcionario, esa línea está suficientemente bien fortificada, con minas de todo tipo que impiden incursiones masivas del enemigo.
Por supuesto, pueden ocurrir infiltraciones puntuales de grupos de sabotaje, pero se pueden rechazar con los medios no tripulados, con las cámaras de vigilancia en todas partes, con las patrullas y demás precauciones, afirmó Balitski.
El gobernador supuso que el enemigo tiene células durmientes en la zona, pero aseguró que la actividad de sabotaje no es tan extensa como hace medio año.
Antes de que el embalse de Kajovka perdiera su causal, dijo Balitski, había minas subacuáticas a lo largo de la línea costera. «Se han recolocado tras la desaparición del agua. Es un territorio que está protegido hoy, no creo que el enemigo lo vea como una línea estratégica», añadió.
La provincia de Zaporozhie se escindió de Ucrania y se incorporó a Rusia a finales de septiembre de 2022, tras un referéndum en el que el “sí” ganó por mayoría abrumadora.
Actualmente, Rusia controla un 70 por ciento de su territorio; en tanto, la ciudad principal, Zaporozhie, sigue en manos ucranianas, por lo que las autoridades proclamaron como centro político y administrativo la ciudad de Melitópol.
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