Desde el mismo lugar en que el 28 de agosto de 1963 el líder por los derechos civiles pronunció su histórico discurso «Tengo un sueño» ante unas 250 mil personas que se juntaron por el Trabajo y la libertad, este sábado otros miles unieron voces y energías en un arcoiris de pueblo.
Bajo un sol abrasador y un calor sofocante, típico de esta etapa de verano, los asistentes a la marcha vinieron hasta Washington DC procedentes de diferentes ciudades del país y hasta el conocido memorial a Abraham Lincoln, el 16 presidente de Estados Unidos (1861-1865).
Organizada por el Drum Major Institute, grupo al frente del cual está la familia King, y la Red de Acción Nacional, la marcha recordó aquella en la que Luther King pronunció lo que muchos consideran su legado político.
Estados Unidos vive un proceso regresivo en materia del derecho al voto, al aborto o hacia las comunidades de la diversidad sexual, lo cual supone que muchos de los problemas que llevaron a los ciudadanos a marchar todavía persisten, según se comprobó en las múltiples intervenciones de esta larga jornada.
Un reciente análisis determinó que continúa la desigualdad económica y política que enfrentan los negros en Estados Unidos.
“El negro vive en una isla solitaria de pobreza en medio de un vasto océano de prosperidad material”, advirtió King en su momento al lamentar que “100 años después, el negro todavía languidece en los rincones de la sociedad estadounidense y se encuentra exiliado en su propia tierra”.
“Cuando los arquitectos de nuestra república escribieron las magníficas palabras de la Constitución y la Declaración de Independencia, estaban firmando un pagaré del que todo estadounidense sería heredero”, dijo.
Esta nota era una promesa de que a todos los hombres (sí, tanto a los negros como a los blancos) se les garantizarían los derechos inalienables a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad, recalcó King.
“Hoy es obvio que Estados Unidos ha incumplido este pagaré en lo que respecta a sus ciudadanos de color. En lugar de cumplir con esta obligación sagrada, Estados Unidos le ha dado al pueblo negro un cheque sin fondos”, apuntó.
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