En una nota publicada subrayó que durante la visita del dirigente de la RPDC se aprobó la Declaración de Moscú y que los acuerdos logrados fueron un nuevo jalón para potenciar la cooperación estratégica entre los dos países en aras de la paz y seguridad del Nordeste Asiático y el mundo.
Las visitas de Jong Il a la región del Lejano Oriente y la de Siberia, hechas en 2002 y 2011, también marcaron un hito importante para fomentar los intereses comunes, consolidar la cooperación y apoyo mutuos, superar las pruebas enfrentadas e impulsar el desarrollo integral de relaciones bilaterales.
Al final, la nota expresó la solidaridad con el pueblo de la RPDC que lucha por cumplir las tareas presentadas en el VIII Congreso del Partido del Trabajo de Corea.
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