Al lamentar un nuevo tiroteo masivo que dejó tres víctimas fatales la víspera en Jacksonville, Florida, Biden dijo que el odio no debe tener un puerto seguro.
El mismo día que Estados Unidos celebraba el aniversario 60 de la Marcha sobre Washington este sábado y la nación recordaba un momento fundamental en nuestra historia y en nuestro trabajo por la igualdad de oportunidades para todos, la «conmemoración terminó con otra comunidad estadounidense herida por un acto de violencia armada».
El mandatario enfatizó en un comunicado difundido por la Casa Blanca que lo de Jacksonville fue un crimen «supuestamente alimentado por una animadversión llena de odio y llevado a cabo con dos armas de fuego».
Debemos negarnos a vivir en un país donde las familias negras que van a la tienda o los estudiantes negros que asisten a la escuela lo hagan con el temor de ser asesinados a tiros por el color de su piel.
Las autoridades del sureño estado de Florida catalogaron de crimen de odio el ataque la víspera de un hombre armado en una tienda Dollar General en Jacksonville, que provocó la muerte a tres personas, dos hombres y una mujer, todos de raza negra. «Este tiroteo fue por motivos raciales y odiaba a las personas de raza negra», dijo el sheriff de Jacksonville, T.K. Waters en una conferencia de prensa el sábado por la tarde, según reportaron medios locales.
El sheriff añadió que el atacante actuó solo, usó un chaleco antibalas, una máscara, así como un rifle estilo AR-15 y una pistola.
Una encuesta del diario The Washington Post e Ipsos reveló a inicios de agosto que uno de cada 20 adultos en Estados Unidos, cerca de 16 millones de personas a nivel nacional, tiene en su poder un rifle tipo AR-15.
Por su parte, la Fundación Nacional de Tiro Deportivo afirmó que solo en 2020 los fabricantes de esa industria produjeron aquí alrededor de 2,5 millones de AR-15 o, comparativamente, una de cada cuatro armas.
Estadísticas recientes del Post reflejaron que el tipo de arma más utilizada por los atacantes es el rifle AR-15.
Ese fusil fue usado al menos en 10 de los 17 tiroteos masivos más mortíferos ocurridos en Estados Unidos desde 2012, incluyendo las masacres de Las Vegas (2017), Sandy Hook (2012), Parkland (2018) y Uvalde (2022), apuntó el influyente rotativo.
A 474 ascienden los tiroteos registrados en Estados Unidos en lo que va de año, según confirmó el Archivo de la Violencia Armada, una organización que rastrea esos incidentes a nivel nacional.
Los hechos de tal naturaleza se mantienen como una epidemia sin control en el país, donde ya apunta a una cifra récord al cierre de 2023.
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