Sacudida por hechos asociados a la violencia machista en medio de las celebraciones por la conquista de la Copa del Mundo femenina en Sídney el pasado 20 de agosto, España siguió en vilo ante una situación que puso en tela de juicio su prestigio internacional.
Tebas deploró este miércoles el intento de ‘poner el foco en las jugadoras y el oportunismo o hipocresía política’, al remarcar el daño de las actuaciones de Rubiales.
El hace poco titular de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), fue calificado por Tebas como un ‘energúmeno que representó a España en la final del Mundial de Australia tocándose los genitales y forzando besos’.
Suspendido por la FIFA por 90 días, Rubiales entregó al máximo organismo mundial del balompié un video en el que se a Jenni Hermoso y otras jugadoras bromeando y en buen tono como el federativo en el bus que las llevó al avión para regreso a España.
Hermoso fue quien recibió el beso en la boca y un aparatoso abrazo de Rubiales durante la ceremonia de premiación del torneo. Luego de algunas horas, dijo que el “pico amistoso”, como lo llamó el federativo, no fue de consentimiento mutuo.
‘Es indigno coaccionar a las jugadoras de la selección y poner el foco en ellas o en su reacción en caliente. Ellas no son culpables de la imagen de España dada por Rubiales’, escribió el presidente de LaLiga en la red social X (antes Twitter), junto con cuatro fotos de Rubiales en la celebración del título en Sídney.
‘Ningún oportunismo o hipocresía política justifica que la imagen de España haya sido representada por un energúmeno tocándose los genitales, forzando besos, cargando como un saco a jugadoras y tocando a la reina (Letizia) inapropiadamente en un momento tan importante’, recalcó.
Tebas enfatizó que el asunto no se trata de una cuestión de izquierdas o derechas, “Rubiales no solo menoscabó con su actitud la dignidad de Jenni, sino también la de España”.
La madre del exmandamás del fútbol, quien se encontraba en huelga de hambre en una parroquia de Motril, Granada, tuvo que ser hospitalizada.
Angeles Béjar se había encerrado en una iglesia de su ciudad natal, Motril, para protestar por el trato recibido por su hijo e instando a Jenni Hermoso “a decir la verdad sobre los sucesos”.
Ayer, el círculo de presiones al máximo federativo del fútbol de España comenzó a cerrarse de forma contundente, cuando la RFEF, a través de su directiva interina, decidió quitar a Rubiales el sueldo y el auto oficial, a la vez que le pidió devuelva el teléfono móvil y el ordenador.
Además, no le permitirá usar recursos del organismo para su defensa jurídica, mientras el ministerio de Cultura y Deportes aguarda por un pronunciamiento definitivo del Tribunal Administrativo del Deporte y de la Fiscalía.
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