Cerca de 12 mil quintales (1,200 toneladas) del grano se perdieron en los primeros meses de 2023 por las precipitaciones tempranas que anticiparon la floración de los cafetos que luego fueron afectados por un estrés hídrico.
Los informes fueron confirmados por el presidente de Acafesal, Sergio Ticas, quien explicó la víspera que en enero y febrero se registraron lluvias prematuras que provocaron la floración de los cafetales y que por el retraso del invierno debido al fenómeno de El Niño, los granos no alcanzaron a formarse y se malograron.
El vocero de la Acafesal señaló que los cultivos ubicados en el corredor seco serían los más dañados, sobre todo los de oriente donde se habría afectado la economía de cinco mil a siete mi productores, en especial en zonas de Chinameca, Morazán, Perquín y Osicala.
Ticas explicó que el futuro es incierto para los cosecheros y alertó que cualquier exceso de agua o falta de lluvia podría golpear la producción.
El directivo señaló que si El Niño no se recrudece, las previsiones indican que la producción de la cosecha 2023-2024, que comienza en octubre, pudiera acercarse a los 876 mil 315 quintales de café oro uva (87631.5 toneladas).
Por otra parte, el directivo alertó que las pérdidas registradas en este 2023, pueden endeudar a un 40 por ciento de los cosecheros que tienen más de 240 millones de dólares en préstamos principalmente de bancos estatales.
Ahora debe comenzar un proceso de negociación con las entidades bancarias, mientras los productores aspiran elevar la producción hasta el millón de quintales (100 mil toneladas) en la recogida 2024-2025.
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