Medios locales compartieron la información e imágenes de lo ocurrido, mientras indican que no hubo víctimas.
Por su parte, el ministro del Interior, Juan Zapata, confirmó que en la provincia El Oro detonaron anoche coches bombas, sin dejar afectados.
Las autoridades no han referido si esos hechos violentos están relacionados con la explosión de dos automóviles en Quito en la noche del miércoles y la madrugada de este jueves o con los motines existentes en estos momentos en centros carcelarios.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, afirmó hace unas horas que organizaciones criminales buscan amedrentar al Estado con esos incidentes.
En un mensaje en sus redes sociales, el mandatario manifestó que las acciones de su Gobierno, particularmente en el sistema penitenciario, generan las reacciones violentas de las organizaciones delictivas.
“Pero estamos firmes y no vamos a retroceder en el objetivo de capturar a peligrosos delincuentes, desarticular bandas delictivas y pacificar las cárceles del país”, afirmó el gobernante, criticado por la ciudadanía debido a la falta de acciones inmediatas para frenar la inseguridad.
El secretario de Seguridad Pública y del Estado, Wagner Bravo, consideró que las detonaciones estarían ligadas a las intervenciones que se realizan en las cárceles del país.
En una entrevista esta mañana con la emisora local FM Mundo, Bravo coincidió con Lasso en que “quieren amedrentar al Estado para evitar que siga cumpliendo con las funciones que tienen las Fuerzas Armadas y la Policía en controlar los centros penitenciarios”.
El funcionario indicó que esos hechos pudieran tener relación con el traslado a diferentes cárceles de los seis detenidos por estar involucrados en el asesinato el pasado 9 de agosto del candidato presidencial Fernando Villavicencio.
A su vez, agentes penitenciarios permanecen desde el miércoles secuestrados por reos en la cárcel del Turi, también en la ciudad de Cuenca, donde los reclusos se amotinaron y mantienen el control del recinto carcelario.
Para analistas, el uso de explosivos y coches bomba significan una escalada del crimen organizado en Ecuador, con lo cual las bandas criminales buscan demostrar mayor presencia en determinados territorios y sembrar terror.
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