El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, consideró razonable trasladar las discusiones en el Congreso de Diputados para los días 26 y 27 del próximo mes para tener tiempo suficiente en las negociaciones con diferentes grupos parlamentarios.
Sin embargo, las primeras conversaciones no dieron resultados alentadores y ayer su encuentro con el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ahondó los antagonismos del PP con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y la izquierda en general.
Este jueves, el vicesecretario de Cultura del PP, Borja Sémper, opinó que el PSOE y Sánchez, pactaran con el Partido Popular y no con los independentistas, “sería una forma también de derogar el sanchismo’.
En una entrevista en Cadena Ser, apeló a la necesidad de un gran acuerdo entre PP y PSOE, como ocurrió en Alemania. “Es una solución extraordinaria para un momento extraordinariamente importante”, acotó.
Según Sémper ha manifestado, España vive un momento complicado y las medidas que se necesitan impulsar “deben trascender de las siglas para pensar en el conjunto de los españoles”.
Sin embargo, la ministra de Educación en funciones y portavoz de la Ejecutiva del PSOE, Pilar Alegría, reiteró hoy que las propuestas de Feijóo a Sánchez no hacen más que mostrar la desesperación por ascender al poder.
En declaraciones a los espacios La hora de la Uno de TVE y Espejo Público de Antena 3, Alegría remarcó que el jefe del PP sólo piensa en «salvar su pellejo».
No son coherentes ni serias sus ideas, porque lo primero es respetar la Constitución y se niega a hacerlo, a renovar el Consejo General del Poder Judicial antes del 31 de diciembre, después de más de mil 700 días de bloqueo, independientemente de quien gobierne.
La vocera remarcó su sorpresa por la petición del PP de un gobierno durante dos años después de presentarse en campaña con la intención de «derribar todas las acciones llevadas por el gobierno de coalición en la pasada legislatura”.
Para numerosos analistas, a Feijóo se le va hacer muy largo el compás de espera hacia las sesiones de investidura en la Cámara Baja, para las que no tiene los escaños suficientes que lo llevarían al Palacio de la Moncloa.
Sus negociaciones previas con todos los partidos, como adelantó, se limitan hasta ahora a lo esperado, anuencia total con la extrema derecha de Vox, Coalición Canaria y UPN de Navarra, y discrepancias o distanciamiento con el resto.
De no lograr la investidura por mayoría absoluta o simple, el rey Felipe VI como jefe de Estado pudiera dar la misma opción a Pedro Sánchez a la espera de dar el paso hacia su continuidad en la Moncloa, o al imperativo de convocar a nuevas elecciones generales.
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