De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores, las guerras arancelarias, comerciales, de ciencia y tecnología y de chips no son competencia, sino una conducta del pensamiento de suma cero de la guerra fría.
Según cancillería, con esta tendencia Estados Unidos busca «en esencia privar al pueblo chino de los derechos a elegir independientemente su camino de desarrollo, buscar una vida mejor, desarrollarse legítimamente y realizar la reunificación nacional».
«China se opone firmemente a la conducta de contener, frenar y suprimir en nombre de la competencia», agregó el vocero.
En opinión del portavoz, lo anterior solo llevará a ambas partes a la confrontación y el conflicto, «y empujará al mundo a una nueva Guerra Fría de división y agitación».
«La competencia debe propiciar la promoción mutua y la mejora común en lugar de tirar del otro lado por las buenas o por las malas», enfatizó.
Las relaciones entre ambas potencias están en el peor momento de su historia debido a la guerra económica de Estados Unidos y su interferencia en asuntos internos como la cuestión de Taiwán.
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