Los dos culebrones que tocaban al club parisino se resolvieron, al menos de momento en el caso de Mbappé, cuyo futuro más allá de la campaña 2023-2024 en la Ciudad de la Luz sigue siendo incierto.
Después de recibir el castigo de la cúpula del PSG en la pretemporada por no extender su contrato, que incluyó perderse la gira asiática de preparación y entrenar con los “indeseables”, el goleador francés se entendió con el presidente Nasser Al-Khelaïfi y ahora no parece tan segura su llegada el próximo verano al Real Madrid.
Las salidas de Lionel Messi y Neymar despejaron cualquier duda de que los rojiazules quieren un proyecto centrado en “Kiki”, líder ahora de un tridente de internacionales galos, completado con los fichajes del exBarcelona Ousmane Dembélé y de Kolo Muani, delantero procedente del Francfort.
Muy cerca de la línea roja del mercado, el PSG y el club alemán llegaron a un acuerdo por 90 millones de euros (15 millones en bonos) para garantizar el arribo de Randal al Parque de los Príncipes, tras varios encontronazos.
Francfort aspiraba a recibir al menos 100 millones de euros, exigencia que esta tarde redujo a la condición de hallar a un reemplazo, lo cual en definitiva no consiguió, al cerrarse la ventana de compra y venta de futbolistas a las 18:00, hora local, de Alemania.
En realidad, el PSG fue de los equipos de la élite con más movimientos en el mercado, al materializar además la llegada de buenos jugadores como Gonçalo Ramos (Benfica), Marco Asensio (Real Madrid), Lucas Hernandez (Bayern de Múnich) y Kang-In Lee (Mallorca).
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