Los infantes africanos fueron clasificados con riesgo “alto” o “extremadamente alto” de sufrir a causa de las consecuencias del calentamiento global, alertó el reporte del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
El análisis de dicha agencia especializada de la ONU evaluó los países en función de la exposición de los niños a crisis climáticas y ambientales como ciclones y olas de calor.
Utilizando el Índice de riesgo climático infantil (CCRI) global, la investigación enfatizó la exposición y vulnerabilidad únicas que enfrentan los pequeños de África.
De acuerdo con Unicef, los niños de la República Centroafricana, Chad, Nigeria, Guinea, Somalia y Guinea-Bissau corren mayor riesgo.
Los de Nigeria quedaron en la categoría de “riesgo extremadamente alto” en la evaluación del año pasado, ocupando el segundo lugar entre 163 países.
Señalan los expertos que los menores son más vulnerables que los adultos a los efectos adversos del clima, pues están físicamente menos equipados para enfrentar condiciones extremas como inundaciones, sequías, tormentas y olas de calor, así como toxinas inducidas por la contaminación.
También, los datos muestran que gran número de niños contraen enfermedades como malaria, dengue y otras enfermedades que el cambio climático puede empeorar.
Los niños de las zonas septentrionales de África tienden a estar más expuestos a los riesgos relacionados con la escasez de agua y la contaminación del aire, mientras los que viven en las partes occidental y oriental del continente, particularmente en zonas tropicales, corren mayor riesgo de sufrir enfermedades transmitidas por vectores.
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