Es un tema de orgullo, porque hemos venido haciendo este trabajo de integrar a los del exterior con el quehacer político en el país, para darle voz y voto a casi un tercio de la población salvadoreña, declaró el político del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) a Prensa Latina.
Como partido popular buscamos el encuentro con esta población que quiere ser parte de los cambios que se dan en el país. Estamos en conversaciones y escuchamos a diferentes sectores en el exterior y recordamos que fue el FMLN el que buscó y le dio la posibilidad de votar desde el exterior, reiteró.
Apuntó que el partido Nuevas Ideas (NI) en el gobierno trata de esconder la verdad sobre esto, al igual que busca decir que lo que pasó antes del 1992, no pasó.
Toda la comunidad en el exterior, no necesariamente pro FMLN, venía empujando para que sus voces fueran escuchadas e integradas al proceso político, y en esa dirección la tolda roja tiene una historia de elección de miembros de la diáspora desde 1999, algo que no hicieron otras fuerzas.
Marroquín abogó por transformar “la cultura de participación de los salvadoreños, hemos estado al margen y hay que reconstruir esa conexión y es algo en lo que debemos trabajar”.
Creo que hay que construir una cultura de participación política. Los salvadoreños en el exterior tenemos esos desafíos, puntualizó.
El número dos de la fórmula del FMLN para febrero 2024, se mostró contrario a cambiar arbitrariamente lo que establece la Constitución sobre el mandato continuo o la reelección.
Nos podemos poner de acuerdo para hacer las transformaciones y los cambios correspondientes. Lo que no se vale es cambiar las reglas del juego a tu medida sin consultar al pueblo, remarcó.
Señaló que no representa la decisión popular todo lo que hizo el gobierno del presidente Nayib Bukele para modificar la composición de la Asamblea Legislativa y los municipios, al pueblo no se le preguntó. El gobierno decidió por su beneficio. Todos los cambios deben consultarse al pueblo. Sometámoslo a consulta, demandó.
Al abordar el tema de la seguridad dijo que hay una “relativa seguridad”, donde destaca una gran campaña que la promociona. Es una gran campaña de persuasión donde todo el mundo tiene que decir que todo está bien.
Pero esa misma familia, expresó, te dice que tiene miedo de hablar, de participar. Hay una contradicción en eso que se presenta como un gran éxito del gobierno.
La gente, aseveró, no quiere expresarse porque no sabe con quién está hablando cuando son encuestados, tienen miedo a opinar, sin desconocer que hay una realidad, una mejoría, sin desconocer que el presidente Bukele supo posicionar el tema a través de su maquinaria publicitaria.
“No desconocemos eso, subrayó, también Hitler, precisó, fue uno de los políticos más populares entre su pueblo en su época, precisamente por su maquinaria de comunicación, y ahora es digital, ahora es al instante”.
Yo creo que la mentira llega hasta donde la realidad la deja. Entonces aquí nos pueden construir castillos en el aire, nos pueden construir toda una narrativa, porque a la hora que eso aterriza en la vida diaria de nuestra familia, no se corresponde, explicó Marroquín.
Efectivamente, dijo, la capacidad de posicionamiento de una percepción está ahí y no la vamos a negar. No somos ni ciegos ni sordos, pero eso no corresponde con la realidad, yo hablé con gente, la gente ve otra cosa, pero esa fotografía de las encuestas es una fotografía, y la estamos leyendo así en su momento.
Indicó Marroquín que la propaganda oficial no se compagina con el diario vivir de la gente, no corresponde con la salud, la educación, el alza de la canasta básica, en la infraestructura, en la mejora de todo el mundo. Hay crisis que golpea a muchos salvadoreños.
Valoró que toda la política oficial responde a un diseño, por ejemplo, la celebración de Miss Universo busca vender un rostro triunfalista de un programa que en la vida diaria no se ve. Las luces de neón no resuelven los problemas, aquí las cosas están complicadas y el pueblo salvadoreño lo sabe, agregó.
Sobre la corrupción dijo que el enfrentamiento no puede ser de una forma para uno y diferente para otros. No puede haber una medida para perseguir a unos y no perseguir a otros. Si estamos en el tema serio de la corrupción, aplícala, no podemos seguir teniendo autoridades que usufructúan del bien común, del bien social, pero aplícalo a todo nivel, sugirió.
Ahorita se suspendieron siete años de acceso a la información. Si hay ladrones que lo demuestren y una forma de demostrarlo es dar acceso a los proyectos, los presupuestos de cada departamento, de cada ministerio, abran la información, eso fue lo que hizo el FMLN cuando llegó al gobierno en el 2009.
Si no hay corrupción en este gobierno, dijo, “entonces abrí los libros, abrí las instituciones para que sean fiscalizadas”, no restrinjas los accesos a lo que el pueblo quiere saber, manifestó.
EL FML gobernó para servirle al pueblo y no para servirnos del pueblo. Llegamos a los sectores más necesitados, a resolver sus problemas, a los más vulnerables, valoró al referirse a los gobiernos anteriores de la tolda roja.
Se hicieron muchas cosas, el enfoque fue llegar a los más necesitados. El tema de la publicidad y la propaganda no era la forma central nuestra de gobernar, o del partido, era más bien darle respuesta a las necesidades existentes, fueran carreteras, fueran hospitales, fuera una política de inclusión hacia los salvadoreños en el exterior, remarcó.
Todo eso lo hicimos, pero no lo promovimos, no nos dimos “bombo y platillo” por lo que hacíamos, como pasa ahora, sostuvo.
Fue una debilidad nuestra no informar al pueblo de lo que hacíamos y eso le está costando caro a nuestros compatriotas. De alguna forma al estar desinformados tampoco tuvieron los instrumentos de análisis para tomar una decisión correcta, concluyó.
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