De acuerdo con esa investigación de Opinium, alrededor de seis de cada 10 ciudadanos apoyaron la imposición de más gravámenes a las personas acaudaladas y tres de cada cuatro entrevistados demandó que las ganancias de capital adquieran un monto igual o superior al impuesto sobre la renta.
Por su parte, el secretario general del TUC, Paul Nowak, aconsejó que este es el momento para el comienzo de un diálogo nacional sobre el tema y para poner fin a “la grotesca desigualdad de la era conservadora”.
A su juicio, mientras en los hogares de la nación europea luchan por “poner comida en la mesa”, las empresas de energía y los bancos registraron dividendos “deslumbrantes” y el aumento de los salarios de los directores ejecutivos.
La pesquisa encontró, asimismo, que tres cuartas partes de los británicos apoyan un impuesto a las ganancias extraordinarias sobre los beneficios excedentes de las entidades bancarias y cuatro de cada cinco respaldan otro sobre las utilidades de las compañías energéticas.
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