Durante meses los cambios propuestos a la llamada Ley de Energía de la Construcción de Alemania fueron objeto de un intenso debate político.
La ley exigirá que los sistemas de calefacción de nueva instalación funcionen al menos en un 65 por ciento con energías renovables.
Los requisitos para los edificios nuevos entrarán en vigor a principios de 2024, mientras que las normas para los más antiguos se introducirán más adelante.
No obstante la nueva normativa deberá ser examinada a finales de septiembre por el Bundesrat, (Cámara Alta del Parlamento) en la que están representados los 16 estados federados.
Los partidarios de la propuesta sostienen que es necesaria para reducir las emisiones y cumplir los compromisos climáticos de Alemania.
Los críticos, por su parte, argumentan que los requisitos impondrán nuevos y enormes costes a hogares y empresas.
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