En 140 partidos con los Bravos de Atlanta, Acuña Jr. acumula 35 cuadrangulares y 63 robos, además de promediar ofensivamente para .334, con 90 carreras impulsadas y 127 anotadas.
Si el jardinero derecho del elenco de Georgia logra disparar otros cinco vuelacercas en los 22 partidos que le restan a la campaña regular de 2023, entraría ipso facto en el mágico club 40-40, integrado exclusivamente por el estadounidense Barry Bonds (1996), los dominicanos Alex Rodríguez (1998) y Alfonso Soriano (2006), y el cubano José Canseco (1988).
Vale recordar que todos esos jugadores están relacionados directamente con el consumo de esteroides para alterar e incrementar el rendimiento deportivo, por lo que Ronald Acuña pudiera ser el primero de la historia en alcanzar el hito, alejado de las penumbras del doping.
De hecho, Acuña es el único integrante del club 30-60 en toda la historia de la Gran Carpa, factor que lo coloca como principal candidato al premio Jugador Más Valioso de la Liga Nacional (su principal rival es Mookie Betts, de los Dodgers).
Varios de los principales modelos de probabilidades (Composite, Steamer, The Bat X, ZiPS y ATC) coinciden que el astro de los Bravos conectará entre cinco o seis bambinazos más antes del final de la temporada, o sea, hay muchas opciones de culminar la epopeya con un nuevo extraterrestre 40-40, un final feliz.
Acuña es el pilar fundamental de los Bravos (aunque en ese equipo todos batean a un nivel demencial), al punto que ocupan el primer lugar en todos los departamentos ofensivos, de manera colectiva; una barbaridad.
La nave de Atlanta lidera la división Este de la Liga Nacional con balance de 92-48, nada menos que 15 juegos por delante de su principal escolta, Phillies de Filadelfia.
De acuerdo con los expertos, los Bravos de Atlanta son el principal candidato al título en la presente temporada, por delante de Dodgers de Los Ángeles y Astros de Houston.
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