Aunque el anuncio tuvo lugar a altas horas de la noche de ayer en una entrevista concedida a un periodista inglés, fue este lunes cuando la RFEF confirmó la noticia.
‘La Real Federación Española de Fútbol confirma que Luis M. Rubiales Béjar ha presentado esta noche su dimisión. Así se lo ha hecho saber al ente federativo a través una carta a Pedro Rocha Junco’, informó el organismo.
El escándalo por un beso no consentido a una jugadora y gestos obscenos en el palco de honor durante la final de la Copa Mundial femenina de Fútbol, puso a Rubiales en el foco desde el pasado 20 de agosto.
En torno al federativo en horas muy bajas en España, la RFEF ratificó asimismo su renuncia al cargo de vicepresidente de la UEFA, aunque no refiere que Rubiales manifestó su determinación de realizar las acciones pertinentes “para que se conozca la verdad y limpiar mi nombre”.
El 26 de agosto fue suspendido de su cargo por la Comisión Disciplinaria de la FIFA por 90 días y se le prohibió tener contacto alguno con Jenni Hermoso, la delantera que recibió un beso en la boca no consentido durante la ceremonia del torneo del orbe ganado por España.
Pocos días después, el entrenador triunfante del cuadro femenino, Jorge Vilda, fue despedido como consecuencia de su cercanía con Rubiales y, evidentemente, por haberse parado a aplaudirlo en la Asamblea de la RFEF cuando dijo que no renunciaría al cargo.
Los sucesos en torno al caso de Jenni Hermoso cambiaron de tono en horas. En un inicio, la jugadora coincidió con el federativo de que el beso ‘fue un gesto natural de cariño y agradecimiento’, pero luego cambió de parecer hasta llevar el caso a la Fiscalía la semana pasada.
En el panorama actual, la RFEF respira aliviada, con la potestad de efectuar una Asamblea para renovar el colectivo y elecciones a inicios del próximo año, con lo cual podría continuar en el empeño de coauspiciar la candidatura hacia el Mundial masculino de 2030, junto con Portugal y Marruecos.
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