Desde el capitalino Palacio de Convenciones, el mandatario calificó de vergonzoso ese cerco y denunció que Washington influyó sobre todo el mundo para castigar durante 60 años consecutivos a esta isla.
Sin embargo, aquí se desarrolló la medicina, la ciencia y las vacunas contra la Covid-19, en absoluta soledad y con mucho esfuerzo. Podemos unir fuerzas entre Cuba, Argentina, Brasil y muchos más para dejar de depender de otros, afirmó.
Fernández resaltó la importancia del trabajo conjunto y de la inversión en la educación pública y la economía del conocimiento para que el sur global pueda avanzar.
Lo verdaderamente caro no es la ciencia, sino la ignorancia. Seamos dueños de nuestro futuro. Unamos nuestros votos y busquemos los cambios necesarios. Soñemos todos juntos para transformar esta realidad. ¿Qué pasaría si el Sur se levantara y dijera ¡Basta! a tanta injusticia?, señaló.
Como afirmó Fidel Castro (1926-2016), las grandes obras las diseñan los ingenieros, pero las llevan adelante los soñadores. Persigamos un mundo más justo e igualitario, añadió.
Por otra parte, agradeció el apoyo de los Estados miembros del G77 y China al reclamo de Argentina sobre las Islas Malvinas.
Llevamos muchos años demandando a Reino Unido que vuelva a sentarse a una mesa de negociaciones que nos permita resolver, dentro de la lógica del multilateralismo, los problemas que tenemos, que no son otros que ver quebrada nuestra soberanía territorial por la ocupación indebida de nuestras tierras, aseveró.
Fernández también aseguró que la hegemonía de Estados Unidos llegó a su fin y surgen grupos como el Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) que sumará nuevos miembros y representan el 44 por ciento de la población y el 36 del Producto Interno Bruto global.
Además, comunicó que solicitó el ingreso al G20 de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños para garantizar que la voz de esa región sea escuchada, en especial ante las graves afectaciones causadas por el cambio climático.
Para que la situación actual cambie, lo primero que hay que hacer es transformar el sistema financiero internacional que sigue trabajando y operando con las mismas normas de siempre.
Una vez más vemos al Banco Mundial y al Fondo Monetario (FMI) aplicando las lógicas ortodoxas que nos llevaron a este estado de crisis: el de la concentración del ingreso en unos pocos y la distribución de la pobreza entre millones, apuntó.
¿Cuánto tiempo más soportaremos que el FMI siga las tasas que dispone el gobierno norteamericano a través de su reserva federal y encima aplique sobrecargos?, cuestionó.
El Presidente insistió en que el Sur tiene la capacidad para cambiar todo eso, invitó a aprovechar los beneficios de las nuevas tecnologías y a enfrentar en unidad los desafíos que vienen.
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