La primera ministra de ese país caribeño, Mia Mottley, abogó además por erradicar las brechas tecnológicas que impiden a las naciones pobres acceder a recursos necesarios para el bienestar y progreso de los pueblos.
“La mayoría de la población mundial esté despertando a la realidad de que nuestro futuro no puede permanecer a la sombra de un orden que las instituciones multilaterales del siglo pasado nos prometieron como una característica pretérita y no como la ruina de nuestra existencia moderna”, afirmó.
Asimismo lamentó que lo visto con el paso de los años refuerza la consolidación del poder y la riqueza en manos de unos pocos, y cómo es probable que esa concentración se exagere aún más por la continua privatización del conocimiento.
“Por injusto que sea ese escenario, se refleja aún más en la ausencia de una estrategia industrial justa para el Sur Global. Se refleja en el apartheid de las vacunas, a pesar del claro imperativo moral que existe para todos nosotros como seres humanos de salvar tantas vidas como sea posible, especialmente en tiempos de peligro”, denunció.
Señaló que el mundo vive una crisis sin precedentes justo cuando la humanidad dispone de grandes progresos científicos, y apuntó cómo los compromisos para proteger al planeta se vuelven promesas vacías si los países menos industrializados no disponen de los medios para ponerlos en práctica o carecen del acceso a los recursos monetarios. “La ausencia de espacio político que nos permita la búsqueda del progreso tal como se expresa en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el acceso desigual a la financiación, ya sea de las instituciones internacionales o de los mercados de capital privados, que siguen cobrando una prima a quienes se endeudan en el Sur impiden nuestra capacidad de brindar oportunidades a nuestra gente de poseer y controlar la tecnología”, sentenció.
Mottley ponderó asimismo el ejemplo de Cuba y sus políticas.
Según dijo, la mayor de las Antillas ha sido uno de los faros del Sur global a través de la ciencia y la tecnología, y todo pese al bloqueo y el terrorismo sufrido por parte de sucesivas administraciones estadounidenses durante más de 60 años.
La Cumbre del G77 y China se celebra desde hoy y hasta mañana en el Palacio de Convenciones de la Habana, bajo el lema “Los retos actuales del desarrollo: papel de la ciencia, la tecnología y la innovación”.
A la cita acuden más de un centenar de delegaciones de los países miembros del bloque y de funcionarios de organismos internacionales, quienes debaten sobre temas de índole política y económica.
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