“Seamos claros: nadie quiere una huelga. Nadie quiere una huelga. Pero respeto los derechos de los trabajadores a utilizar sus opciones bajo el sistema de negociación colectiva y entiendo la frustración de los trabajadores”, expresó.
El paro dio inicio este viernes tras el anuncio del sindicato United Auto Workers (UAW) de que no hubo acuerdo sobre un nuevo contrato con los denominados Tres Grandes: Ford, General Motors y Stellantis.
Aunque sin dar un respaldo explícito a la decisión, Biden, que además se autodefine como el presidente más sindicalista de la historia, solicitó a las compañías automotrices que “compartan de manera justa” sus ganancias con los trabajadores.
Esas empresas han logrado ganancias récord, incluso en los últimos años, «pero, en mi opinión no se han compartido de manera justa con esos trabajadores”, apuntó el mandatario, quien al término de su declaración no atendió preguntas de los periodistas y se retiró del podio.
Los afiliados del UAW -que agrupa a unos 150 mil empleados del sector- quieren aumentos salariales, más tiempo remunerado y beneficios de pensión, entre otras demandas.
Esta es la primera vez en la historia de la UAW en que los colectivos de las tres compañías entran en huelga a la vez, afirmó anoche el presidente del gremio, Shawn Fain.
El Día del Trabajo (el primer lunes de septiembre), cuando se le preguntó a Biden si estaba preocupado por una eventual huelga del UAW, respondió: «No, no me preocupa una huelga hasta que ocurra».
«No creo que eso vaya a suceder», subrayó el gobernante en ese momento, recuerdan medios locales.
Para la presidenta y directora ejecutiva de la Cámara de Comercio, Suzanne Clark, la culpa es del jefe de la Casa Blanca.
“La huelga del UAW y, de hecho, el ‘verano de huelgas’ es el resultado natural del enfoque de ‘todo el gobierno’ de la administración Biden para promover la sindicalización a toda costa».
Estados Unidos vive actualmente huelgas generalizadas. Los afiliados del sector automotriz se suman a más de 170 mil profesionales de los medios y escritores que están en paro hace meses.
Esta huelga del UAW aumentaría el número de trabajadores en paro al nivel más alto desde 1983, subrayó un artículo publicado en el sitio digital Common Dreams.
Encuestas de Gallup arrojaron que el apoyo público a los sindicatos está en su nivel más elevado en casi 60 años.
Tal incremento, apuntó la publicación, indica un cambio social significativo y un despertar a la realidad de las condiciones laborales en una economía del siglo XXI que a menudo prioriza las ganancias sobre las personas.
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