En una tarde gris y lluviosa, que anuncia el cambio de temporada y donde ya es preciso utilizar abrigos ligeros, el mandatario recibió todo el calor de representantes de una comunidad que este 19 de septiembre 63 años atrás también le abrió los brazos al líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, cuando sostuvo un memorable encuentro con Malcolm X.
Por Fidel y por Cuba, Malcolm X desafió también a los poderes imperiales, apuntó el jefe de Estado, quien afirmó que la Revolución cubana no olvidará jamás su papel en la invitación que le hiciera para hospedarlo con su delegación en el hotel Theresa, en el corazón del barrio negro de Harlem, cuando se pretendió boicotear su presencia en Naciones Unidas, en 1960.
Expresó que aquel gesto generoso y fraternal culminó en el histórico encuentro de Malcolm X y Fidel en septiembre ese año.
“Por esas y otras muchas razones que no hace falta decir, hemos venido a honrar a Malcolm X y, con él, rendir tributo a nuestros hermanos y hermanas afroamericanos, al pueblo de los Estados Unidos, a quienes luchan por la justicia, contra la explotación y la segregación. A todos los que creen, como Malcolm, que un mundo mejor es posible”, subrayó Díaz-Canel.
Más adelante acotó: “Honremos todos la memoria y el legado de Malcolm X, como compromiso con los que han padecido y aún padecen la pobreza, la injusticia y la exclusión, con los que han sufrido y aún sufren como consecuencia del colonialismo, el neocolonialismo, el imperialismo, la explotación, el racismo, el egoísmo”.
También agradeció en sus palabras el apoyo del pueblo de Estados Unidos en la lucha contra el bloqueo que por más de seis décadas impone el gobierno de este país a Cuba.
Antes, al referirse a la presencia del Díaz-Canel en el centro, la dotora Ilyasah Shabazz, hija de Malcolm X, dijo que esta visita daba continuidad a todo un legado de solidaridad.
“Mi padre admiraba mucho a Fidel Castro”, apuntó Shabazz al insistir él siempre admiró la forma en que pudo liberar a su pueblo del yugo del imperialismo justo tan cerca de los Estados Unidos.
La doctora Rosemarie Mealy, autora del libro Fidel y Malcolm X, memoria de un encuentro, dijo que la hacía feliz que la vista ocurriera “en vísperas del 68 aniversario de un encuentro histórico ocurrido a sólo 38 cuadras de aquí cuando el pueblo de Harlem se unió a Malcolm X para dar la bienvenida al presidente Fidel Castro”.
Díaz-Canel a su llegada depositó una ofrenda floral a Malxolm X, y poco antes de retirarse presenció la develación de una tarja conmemorativa y fue hasta el lugar, en el mismo salón, donde en un pequeño podio con flores blancas se recuerda el lugar donde fue asesinado el 21 de febrero de 1965.
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