La iniciativa, inédita en el marco de una conferencia de este tipo, será un espacio para articular las posiciones de grupo, presidido este año por el país caribeño, a propósito de las negociaciones climáticas, aseguró el mandatario durante el Debate General de la 78 Asamblea de Naciones Unidas.
Las miembros del bloque destinaron 379 mil millones de dólares de sus reservas para defender sus monedas en 2022, casi el doble de la cantidad de los derechos que les asignó el Fondo Monetario Internacional, enfatizó el mandatario.
El G77 y China sigue luchando con la necesidad de cambiar la condición de víctimas principales de la actual crisis multidimensional global; del abusivo intercambio desigual; de la brecha científica-tecnológica; y de la degradación del medio ambiente, dijo.
Camino a la COP28, el foro que reúne la voz del Sur tiene entre sus prioridades el ejercicio de Balance Global; la operacionalización del Fondo para Pérdidas y Daños; la definición del marco para el Objetivo de Adaptación y el establecimiento de la nueva meta de financiamiento climático, adelantó.
«Mientras los países más ricos incumplen su compromiso de destinar al menos el 0,7 por ciento de su Producto Nacional Bruto a la Ayuda Oficial al Desarrollo, las naciones del Sur tienen que gastar hasta el 14 por ciento de sus ingresos para pagar intereses asociados a la deuda externa», precisó.
La mayoría de los estados del G77 y China se ven obligados a destinar más recursos al servicio de la deuda que a inversiones en salud o educación; un obstáculo inobjetable para su desarrollo, rechazó el mandatario.
El bloque, que reúne al 80 por ciento de la población mundial, no solo tiene el reto del desarrollo, sino también la responsabilidad de modificar las estructuras que lo marginan del progreso global y convierten a muchos pueblos del Sur en laboratorios de renovadas formas de dominación, añadió.
Díaz-Canel enfatizó en que la alianza reclamará sus derechos y continuará demandando una transformación profunda de la actual arquitectura financiera internacional, que calificó de injusta, anacrónica y disfuncional.
Ese sistema, reclamó, fue diseñado para lucrar con las reservas del Sur, perpetuar un sistema de dominación que acrecienta el subdesarrollo y reproducir un modelo de colonialismo moderno.
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