Aunque de hecho en España esas tres lenguas son dominantes en sus respectivos territorios, los costos para implementar su uso en la Cámara Baja son elevados y las fuerzas de la derecha arremetieron contra la iniciativa.
Otro punto de discordia con el trasfondo especial de Cataluña y las organizaciones independentistas, a priori decisivos para una investidura presidencial que, al parecer, no podrá alcanzar Alberto Núñez Feijóo, líder del conservador Partido Popular (PP).
El PP, empujado también por el exjefe del Gobierno José María Aznar, convocó a un mitin el próximo domingo para rechazar un eventual pacto de amnistía en Cataluña, que supuestamente abriría las puertas a la permanencia de la coalición de izquierdas en el Palacio de la Moncloa, encabezada por el socialista Pedro Sánchez.
Si bien ya la propia presidenta del Congreso de Diputados, Francina Armengol, anticipaba tras su elección el pasado 17 de agosto que gestionaría incorporar al catalán, vasco o euskera y al gallego en el Hemiciclo, la derecha no ha dejado de oponerse.
La pasada semana en la Mesa del Congreso de mayoría progresista, acordó el empleo de esas lenguas junto con el idioma español, aunque este martes debería alcanzar el visto bueno definitivo para adaptar el reglamento, que hasta ahora solo permite el castellano.
El Congreso contará por primera vez con traducción simultánea, como ya sucede desde hace unos años en determinadas circunstancias en el Senado español.
Según trascendidos, Esquerra Republicana y Junts adelantaron que utilizarán el catalán en todas sus intervenciones, no así el Partido Nacionalista Vasco y el independentista EH Bildu, que alternarán el castellano con el euskera. Legisladores del grupo Sumar lo harán igualmente con el gallego.
Los próximos días 26 y 27 de septiembre, Núñez Feijóo intentará la investidura presidencial, algo que salvo milagros se antoja fracasada.
Si bien el PP logró la mayor votación en las elecciones generales del pasado mes de julio, no cuenta con apoyos suficientes para llegar a la cifra requerida, 176 escaños, con la cual accedería a la Moncloa.
Los socialistas de Sánchez tampoco cuentan con todos los puestos necesarios, pero con pactos, y sobre todo si llegara a acuerdos con Esquerra y en particular Junts, podría repetir al frente del Ejecutivo.
Si bien Sánchez ha preferido soslayar el tema de una amnistía para los independentistas catalanes, el PP lo tomó como tema final de campaña hacia la investidura e intenta levantar un bloque que, en el fondo, busca descalificar y de cierto modo arrinconar, al mandamás del PSOE (socialistas).
Mientras tanto, en Bruselas la Comisión Europea no avanza con la celeridad que esperaba el Gobierno de España en la adopción de las tres lenguas por parte del bloque comunitario.
Al respecto, el canciller español, José Manuel Albares, defendió este martes la necesidad de dar carácter oficial entre los 27 al catalán, el euskera y el gallego porque se trata de una demanda que España defiende desde el año 2005.
Además, refrendó que se trata en realidad de idiomas que hablan millones de ciudadanos.
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